Materiales
Madera de balsa Alambre Esterilla
Plantitas de acuario Pinturas acrílicas al agua Hilos de colores
Hilo de bramante Retal de tela Algodón
Cola blanca Silicona caliente Porexpán extruído
Pegamento de contacto para poliestileno    

Herramientas

Cutter Pinceles Lima
Cepillo de cerdas metálicas    
CONSTRUCCION

En esta casa taller quiero reflejar todo el proceso de la lana, para ello he creado distintas dependencias con escenas de las distintas tareas dentro del tratamiento de la lana y una pequeña escena familiar que se verá a través de la ventana.

Cortamos las piezas que van a formar la estructura de la casa. A la pieza de la azotea le practicaremos varios orificios. El de atrás para la escalera de acceso a la azotea y los de delante para embutir en ellos los cuencos de tintado de la lana.

En la planta inferior, donde estarán las hilanderas cardando, hilando y tejiendo he colocado también un pequeño espacio de almacenaje elevado del suelo al que se puede acceder mediante una escala de mano (foto 4).

Las barandillas de las terrazas están elaboradas con listón de madera de balsa a las que he marcado la textura de la madera con un cepillo de cerdas metálicas en el sentido de la veta. Antes de pegarlas en su lugar las he pintado con marrón chocolate mezclado con gris piedra para la base y una vez seco una segunda mano a pincel seco de gris piedra.

Las escaleras y el suelo del taller están hechos con porexpán extruído (no tiene bolitas). Para pegar el porexpán se puede hacer de dos maneras:

  • Con cola blanca ayudándonos de palillos que clavaremos uniendo las piezas.

  • Con pegamento de contacto especial para polietileno que no lleva disolventes que derretirían el porexpan.

En este caso he utilizado pegamento de contacto que nos fija las piezas con mayor rapidez y además no hay que tapar después los agujeritos que nos dejan los extremos de los palillos. Pintamos y pegamos a la estructura.

La decoración ya es a gusto de cada uno. Yo he utilizado hilos de colores, algodón y plantitas de acuario.

 

© M. Victoria Ródenas Guijarro