Materiales
Lata de refresco Pegamento de contacto Cinta aislante
Arcilla o pasta de modelar Cola balnca Pinturas acrílicas al agua

Herramientas

Tijeras Rodillo Palillo comida china o brocheta gruesa
Pinceles    
CONSTRUCCION

Lo primero de todo será elaborarnos un molde para cortar las piezas que después serán nuestras tejas. Para ello cortaremos una lata de refresco por la mitad y sacaremos de ella una tira de unos 2 ó 3cm de ancho.

Con cuidado de no cortarnos doblaremos la tira dándole forma de trapecio (1cm en la base y 0,6mm en la parte superior). Pegamos la junta con pegamento de contacto y cubrimos con cinta aislante uno de los extremos para que no nos cortemos al manipularlo. 

Limpiamos bien la superficie de la mesa en la que vamos a trabajar; estiramos con ayuda de un rodillo la arcilla o pasta de modelar hasta que dejemos una lámina de aproximadamente 2mm de gruesa. La despegamos de la superficie de trabajo con cuidado de que no se nos rompa y así facilitarnos el manejo de las piezas y con el molde comenzamos a cortar las tejas. Tantas como vaya a necesitar nuestra construcción. 

Una vez tengamos cortadas las tejas las daremos forma con ayuda de un palillo o brocheta. Las dejamos secar y ya las tenemos preparadas para montar en el tejado. 

A la hora de contar el número tejas que necesitaremos para nuestro tejado deberemos tener en cuenta que siempre serán el doble de la superficie a cubrir ya que deberán ir entrelazadas entre sí. Otra opción será montar solamente el alero del tejado con la doble fila de tejas y el resto del tejado una línea simple, pero deberemos tener cuidado a la hora de montar para que no queden demasiado separadas entre sí o quedarán huecos que serán difíciles de disimular con la pintura. 

Para pintarlas utilizaremos como base el siena tostado. Una vez seco aplicaremos una segunda mano a pincel seco de terracota. Y por último una sutil veladura de verde musgo para simular el verdín de las tejas.

 

© M. Victoria Ródenas Guijarro