Materiales
Madera de balsa Arpillera Palillos chinos Clavos
Tela Pintura Hilo de bramante fino Cola blanca
 
CONSTRUCCION

Cortamos las piezas que formarán la estructura de la jaima. Para ello necesitamos madera de balsa de 5mm de grosor para la base, y de 3mm para el bastidor superior que cortaremos en listones de la medida adecuada.

Con los palillos chinos cortamos lo que serán las soportes de la estructura: tres largas que irán colocadas en el centro para darle más altura y otras cinco (2cm más cortas que las tres anteriores) que irán colocadas en los lados de la estructura.

Una vez encolada y montada la estructura la pintamos en el tono de madera que más nos agrade, en mi caso le he dado una base de marrón chocolate y después a pincel seco le he dado una mano de siena tostada.

Colocamos la alfombra en su lugar y clavamos a la base el armazón, previamente encolado en los puntos de apoyo de los soportes de la estructura y, ya la tenemos preparada para vestirla.

Cortamos un trozo de tela en tonos tostados. Si no la tuviéramos en este color también nos viene bien un trozo de sábana vieja blanca, aunque previamente tendremos que teñirla.

Para teñir la tela podemos hacerlo con té negro o rojo muy concentrado. Después de hervir el agua y echar el té en ella lo dejamos reposar al menos durante 15 ó 20 minutos para que suelte bien los pigmentos naturales antes de sumergir la tela en el preparado y la mantenemos en dicha agua toda la noche. Al día siguiente sacamos la tela y escurrimos sin aclarar; cuando haya secado la tela podremos comprobar que ha adquirido una tonalidad parda. Si todavía queremos que la tela quede algo más oscura podemos repetir la operación tantas veces como queramos hasta conseguir la tonalidad deseada.

También podemos hacer esto mismo con café, aunque el color que obtendremos será más negruzco.

Una vez que tenemos teñida y seca la tela la pegamos alrededor del armazón y a la base de tal forma que en la base quede holgada, tal y como vemos en la fotografía anterior.

El siguiente paso será poner la techumbre de la jaima para lo que utilizaremos un trozo de arpillera que teñiremos siguiendo el mismo método que con la tela. En este caso cuanto más oscuro nos quede más similar será al color de la lana de cabra (material del que están hechas las jaimas de los bereberes).

De los trozos de palillos chinos que nos han sobrado cortamos pequeños trozos, once en total, que utilizaremos como estacas para el anclaje de la lona al suelo. Clavamos las estacas en diagonal a la base y atamos a ellas el hilo de bramante que previamente habremos cosido a la lona.

Por último la decoramos a nuestro gusto: yo he puesto unos cuantos cojines, un par de luminarias, un narguile (pipa de agua), una darbuka y las escenas típicas de la vida cotidiana en el desierto; los hombres dentro de la jaima: fumando el narguile, tomando té y jugando; mientras que las mujeres trabajan fuera de ella: moliendo grano, cardando lana, haciendo queso.

 
   
 

© M. Victoria Ródenas Guijarro